El 7 de junio de 2023, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la primera revisión en el marco del Instrumento de Coordinación de Políticas para Paraguay y aprobó la evaluación del personal técnico conforme al procedimiento de aprobación tácita por vencimiento de plazo, sin celebrar una reunión
La economía de Paraguay ha demostrado una resiliencia notable durante un período de cuatro años en el que se han producido varios shocks adversos. En el curso de la recuperación de los efectos de la pandemia de COVID-19, una grave sequía golpeó la economía a comienzos de 2022. El crecimiento económico está repuntando, principalmente gracias a la recuperación del sector agrícola. La inflación tocó un máximo en 2022, pero desde entonces viene disminuyendo, gracias a una proactiva y persistente orientación restrictiva de la política monetaria, que también ha ayudado a anclar las expectativas de inflación cerca de la meta fijada por el banco central. La situación de las finanzas públicas siguió mejorando en 2022 merced a la consolidación del ingreso y la limitación del gasto, y el déficit fiscal se ha reducido hasta 3,0% del PIB. Además, el financiamiento del sector privado y la flexibilidad del tipo de cambio permitieron absorber las repercusiones negativas de la caída de las exportaciones sobre la cuenta corriente externa.
Las perspectivas a mediano plazo siguen siendo favorables. Paraguay está expuesto a varios riesgos externos, pero parece que estos tendrían efectos moderados a corto y mediano plazo. Las proyecciones sitúan el crecimiento económico en 4,5% para 2023, y se prevé que la cuenta corriente externa mejore notablemente y que la tasa de inflación vuelva a converger hacia la meta de 4% del banco central a más tardar en el primer semestre de 2024. Mantener políticas fiscales sólidas y creíbles será crucial para salvaguardar el escenario favorable. Se proyecta que el sistema bancario permanezca estable, siempre y cuando se siga ejerciendo una supervisión sólida y los bancos preserven salvaguardias internas adecuadas. También es necesario abordar otros riesgos internos mediante la ejecución ininterrumpida del programa de reformas estructurales, que incluye medidas para reforzar la gestión de gobierno, reducir las vulnerabilidades a la corrupción e intensificar las políticas para amortiguar los posibles efectos del cambio climático en curso.